Colombia era de uno de los favoritos, pero decepcionó. Más de uno se sorprendió cuando la Fifa le dio la sede a Estados Unidos.
Después de todo, el fútbol era un deporte marginal, con pocos seguidores, salvo dentro de las comunidades de inmigrantes. Pero terminó siendo el mundial con las concurrencias de público más masivas en la historia.
Con el mismo formato de Italia 1990, el promedio de entradas, casi de 69.000, quebró los récords previos. La cifra total de espectadores, 3.587.538, es un récord que sigue vigente.
Fue marcado por la expulsión de Diego Maradona al dar positivo por sustancias prohibidas, una triste despedida de los mundiales para el ‘Pibe de Oro’.
La tragedia enlutó al fútbol por la muerte del defensor colombiano Andrés Escobar, asesinado a balazos en Medellín, su ciudad natal, pocos días después de haber marcado un gol en contra ante Estados Unidos.
Grecia, Nigeria y Arabia Saudita fueron los debutantes y Rusia lo hizo por primera ocasión tras la disolución de Unión Soviética. El duelo Estados Unidos-Suiza en Pontiac fue el primer en jugarse bajo techo.
El ruso Oleg Salenko fue el primer jugador en marcar cinco goles en un solo partido, en una victoria sobre Camerún. Roger Milla metió el gol camerunés con lo que a sus 42 años pasó a ser el más longevo en anotar.
Tampoco faltaron las sorpresas. Bulgaria, que nunca había ganado en 16 partidos previos, eliminó al campeón vigente Alemania para llegar a las semifinales. Arabia Saudita logró pasar a los octavos de final.
Colombia, con Francisco Maturana de técnico y Carlos Valderrama conduciendo los hilos, llegó entre los favoritos al título, pero perdió sus dos primeros partidos (1-3 ante Rumania y 1-2 ante Estados Unido) y venció 2-0 a Suiza, con lo que quedó última en su grupo.
El golpe causado por el escándalo de Maradona desinfló a Argentina, que había encandilado al vencer a Grecia y Nigeria en sus primeros dos partidos. Fueron eliminados en los octavos al caer 3-2 ante la Rumania de Georghe Haghi.
Brasil se encontró sola frente a siete europeos en los cuartos de final y en esa instancia se topó con Holanda, en el que fue calificado como el mejor partido de la copa. Brasil ganó 3-2. Fue el partido que produjo la imagen más recordada, cuando Bebeto -cuyo hijo Mattheus había nacido días antes-, junto a Romario y Mazinho, simularon mecer a un bebé.
La final entre Brasil e Italia en el Rose Bowl de Pasadera estaba para chuparse los dedos, considerando que se medían equipos con tres campeonatos en sus vitrinas. Pero
el encuentro no estuvo a la altura de las expectativas, con mucha marca y aburrido.
No hubo otro remedio que ir a los penales, algo inédito. Todo se definió cuando Roberto Baggio, el hombre que había sido el baluarte de Italia, despidió a las nubes su remate. Brasil volvió a festejar tras 24 años de su última coronación.
Campeón: Brasil
Subcampeón: Italia
Tercero: Suecia
Cuarto: Bulgaria
Máximo goleador: Oleg Salenko, Rusia; y Stoichkov, Bulgaria, ambos con 6