Por: Mario Alejandro Rodríguez (alhejo@periodistas.com)
De nuevo el Deportes Tolima cayó derrotado en el Manuel Murillo Toro de la capital tolimense por goleada. Esta vez el verdugo fue el Deportivo Cali, que en tres ocasiones puso en ridículo a la defensa local y de paso, sin hacer mayor esfuerzo, se llevó el resultado positivo de una cancha foránea y poco rentable históricamente.
La falta de creación de fútbol y la carencia de un hombre goleador en la delantera influyeron en una pésima tarde para el colectivo anfitrión, que no pudo encontrar solidez en su esquema de juego, y que tuvo serias fallas en la entrega del balón.
Por su parte, el cuadro vallecaucano sabía que podía aprovechar algunos errores del local como la falta de recuperación y con tener una aguerrida pareja de marca y una zona defensiva segura podría llevarse los tres puntos a casa, como al final aconteció.
Edgar Zapata y Pablo Escobar (autor del primer gol de la tarde) brindaron tranquilidad al cuadro caleño, sumándole eso si la improductividad de los delanteros tolimenses, que en el minuto 1 pudieron cambiar la historia del partido. Asimismo el juego de Andrés Pérez en el cuarto medular fue interesante, debido a que entregó equilibrio y avance al arco del rival.
El mal nivel de Cristian Marrugo afectó considerablemente el rendimiento del grupo, al cual le faltó dinámica en zona de ataque. La zona izquierda a su vez fue el flanco por el cual el Cali desplegó su ofensiva, y permitió el asocie entre Mariño, de buen manejo, y Herrera y Riascos; este último desequilibrante como viene aconteciendo en los últimos juegos del equipo “azucarero”.
Las fallas de Castillo en el primer tanto al no estar bien parado, y de la pareja improvisada de defensa en el tercero, son consecuencia de la impotencia que genera el no poder poner condiciones en su propia cancha. Estos crasos errores le siguen costando puntos valiosos al equipo, de cara a los dos frentes que se tienen en disputa.
A lo anterior le podemos sumar la lógica, pero fea reacción de los hinchas (lógica en el sentido de que el equipo jugó mal), y fea en la forma como se protesta ante una mala presentación: puteando al jugador y demostrando la falta de cultura que existe en el sentir del hincha.
En el dueño de casa es preocupante que en cuatro partidos como local tenga un déficit en contra de nueve goles; siete de ellos producto de las goleadas por Quindío (4-1 en la primera fecha) y esta de 3-0. La defensa no reacciona y los errores individuales se acrecentan aún más.
Se viene dentro de quince días el clásico ante el Huila.la consigna en este periodo de descanso será recomponer el camino malgastado que se generó hoy, porque de a punto por partido al equipo no le rendirá para llegar a los cuadrangulares.