POR: Mario Alejandro Rodríguez (alhejo@periodistas.com)
Tres victorias, nueve puntos, cinco goles a favor y ninguno en contra es el positivo balance que se hace de la semana que termina para el Deportes Tolima. Entrega, sacrificio, lucha y por qué no decirlo, fortuna tuvo el vinotinto y oro para pasar en sólo siete días del puesto catorce de la tabla al número dos, con 16 unidades a un punto del líder.
Y cuando se pensaba que el camino se tornaba difícil en el campeonato que el fútbol y las ideas no brotaban con claridad y la definición era imprecisa salió la casta, la experiencia y el amor propio para vencer a tres rivales complicados; Pasto como local, y Deportivo Cali y Atlético Huila en condición de visitante.
Tres triunfos al hilo que enderezan el sendero del pijao hacia la disputa de los cuadrangulares semifinales y lo dejan a doce puntos o algo más de asegurar la clasificación. Muy pocos confiaban en que el equipo obtuviera los nueve. Muchos (me incluyo) nos dábamos por satisfechos que en el “minitour” que se cumplió por las capitales del valle y Huila la escuadra de Ibagué obtuviera 2 ó 4 puntos.
Pero sendas victorias en estas canchas le demostraron al país que el Tolima puede ser candidato para la estrella de mitad de año, claro está si se mantiene la regularidad reflejada en estas tres jornadas. Con el Pasto fue la paciencia y la perseverancia fue la clave del triunfo, que llegó después de padecer la andanada de un adversario distinto a lo que nos tenía acostumbrado el equipo del Galeras. El equipo pastuso pudo haber complicado el camino del Deportes Tolima aquella tarde de no ser por la suerte con se contó en el Murillo Toro.
Ante el Cali el pasado miércoles, Tolima tuvo ambición para salir a ganar el encuentro, salió a apretar al rival en su propio campo y le robó por momentos el esférico en el Pascual Guerrero. El “depor” sorprendido por la actitud de su contrincante, no supo descifrar el juego propuesto por Torres y sus muchachos y cayó ante la impotencia de penetrar el marco de “brecas”, con hombres de jerarquía y peso como Sergio Herrera que nada hicieron por “salvar la papeleta” en su casa.
En la tarde de ayer frente al conjunto opita jugó más a favor del club ibaguereño la gran tarde del portero Bréiner Castillo y la mala definición del contrario, que con la desesperación de no conseguir resultados a flor de piel, los delanteros pecaron de ingenuos y no supieron dar buen destino a las múltiples llegadas a predios musicales. El del primer golpe fue el D.T. que promediando la primera mitad puso las condiciones en la pizarra, luego de varios disparos que pegaron en los palos del arquero Estacio.
El partido de dominio absoluto del local durante la parte complementaria puedo tener otra suerte, la paridad como mínimo para las aspiraciones del auriverde. Sin embargo, el vinotinto supo contener con “uñas y dientes” al anfitrión, para postiormente con un Wilder Medina “fresco” dar el puntillazo final a cinco minutos de terminado el cotejo.
Después de esta semana “PERFECTA” ¿Cómo no asistir a la próxima fecha con un equipo que prácticamente cambio su imagen de la Copa Colombia del cielo a la tierra? Aunque no es el mismo grupo de jugadores las victorias infuyen en el ambiente futbolero, por tal motivo la responsabilidad está en manos de los hinchas que el 5 de abril tendrán el compromiso de acompañar con toda su alma y sobre todo con la compra de la boleta al orgullo de este suelo; en el Coloso de la 37 que se anhela esté acorde para la ocasión, cuando el Tolima enfrente al Real Cartagena.