Por: Mario Alejandro Rodríguez ( alhejo@periodistas.com)
Hace cerca de tres años y tres meses que el Deportes Tolima, después de 24 años de frustraciones en la capital de la república ganó por última vez ante el conjunto de los Millonarios. Fue el sábado 9 de abril de 2006, cuando el equipo dirigido en ese entonces por el profesor Jorge Luis Bernal con una goleada de tres goles a cero, dio cátedra de buen fútbol en la meca del balompié de Colombia.
Esa fecha, la inspiración estuvo del lado del ex volante “vinotinto” Julian Anchico, autor de los tres goles en la noche de sábado bogotana. Un remate de media distancia, un gol en jugada colectiva y un tanto de golpe de cabeza le dieron el triunfo que los ratificó como lideres de ese campeonato con 26 unidades.
En ese equipo los nombres de John Charria, Agustín Julio,Dúmar Rueda, Juan Carlos Escobar, Gerardo Vallejo (actual capitán del equipo), entre otros eran los que brillaban en medio de un certamen que orientaba su atención en los elencos históricos del rentado nacional.
Una casualidad aparece en el anecdotario: y es que en ese año (2006) las dificultades económicas también era característica del equipo. Luego de tener un equipo lleno de jugadores experimentados y costosos, se le apostó a la juventud, más que al recorrido, como forma de evadir la vicisitud que había generado un mal remate del año 2005.
Otra coincidencia que surge es que en esa época en el club del frente había un D.T. ex Tolima (tal como acontece en la actualidad con Luis Augusto García) como lo fue el estratega Miguel Augusto “nano” Prince, de buena figuración con el representativo musical.
A su vez, en esa fría noche, una nueva figura descrestò con su magia y gambeta ante todo un país futbolero Carlos Darwin Quintero. Con 18 años fue el dolor de cabeza para la defensa rival, que no pudo neutralizar su talento y velocidad para encarar y buscar el pórtico adversario.
Sin duda, ese fue el comienzo de una campaña exitosa con la camiseta tolimense para el tumaqueño. Fue pieza clave en el subcampeonato de ese año, y posteriormente con su venta al futbol extranjero se convirtió en soporte financiero de la institución.
Toda la prensa deportiva se enamoró de la verticalidad y eficacia del club, que hizo ver en su mínima expresión a “Millos y lo ridiculizó en su propia cancha. Desde entonces, sólo derrotas ha dejado la visita del equipo a la ciudad Bogotá.
Esta vez, la obligación de la salir del fondo de la tabla de posiciones hace que sólo una victoria el próximo domingo en el estadio de la 57 sea el resultado que le sirva al conjunto que oficiará de visitante. La oportunidad gracias a la irregularidad del torneo puede darse perfectamente. Ojalá pro el bien del club el objetivo de los tres puntos en la capital se consiga por encima de todo.