Por: Mario Alejandro Rodríguez (alhejo@periodistas.com)
Como en el semestre anterior, Deportes Tolima no supo administrar la ventaja inicial en el marcador y terminó cediendo puntos en condición de local ante Junior de Barranquilla con un agónico empate a dos goles. De nuevo se notó la falta de manejo en el resultado tras un futbol estético que en la primera mitad se robó los elogios de los 12 mil aficionados que asistieron al Manuel Murillo Toro.
Tres hechos influyeron en que el resultado a favor del ´vinotinto´ por dos goles a cero fuera al final revertido por el Atlético Junior. El cambio drástico del juego del Tolima tiene su origen en tres sucesos que hicieron efecto negativo en el andamiaje del conjunto ibaguereño cuando la afición se ilusionó con la tercera victoria en la Liga Postobón.
Primero, la expulsión innecesaria del volante Rodrigo Marangoni al minuto 10 del segundo tiempo dejó sin la presencia del hombre encargado de conducir los hilos del cuadro local, que tenía bajo su control el desarrollo del cotejo.
Segundo, (como consecuencia lógica de este primer hecho) vino la exclusión del campo de un hombre importante en el manejo de la pelota como lo es Hugo Pablo Centurión, en un intento desesperado del Técnico Hernán Torres por recomponer el mediocampo y darle mayor dinamismo. En su reemplazo ingresó el volante Cristian Marrugo, quien tuvo un arranque prometedor pero que después se quedó en su resistencia física.
Y el tercer hecho que cambio la historia del juego fue sin duda el ingreso en el visitante del delantero Carlos Bacca por Alexander Jaramillo. Este jugador fue determinante en la intención ofensiva de la escuadra costeña, que necesitaba darle vuelta a un juego que en la primera parte no le había sido favorable.
Bacca buscó asociarse con el mediapunta Víctor Cortés y el habilidoso Giovanni Hernández, compañeros con los que encontró gran afinidad y la posibilidad de darle la igualdad al elenco atlanticense al minuto 90, cuando todo parecía estar consumado a favor del anfitrión.
Esta inclusión (la de Bacca) tiene todo el mérito del estratega Diego Edison Umaña. El DT. Juniorista supo leer el juego y cómo podía hacerle daño a su adversario en el momento ideal. Así sacó su ´As´ bajo la manga y le ganó la partida a su colega Torres.
En resumen, este encuentro pudo haber sido victoria para los dirigidos por Diego Umaña de no ser por el penal errado por Arzuaga en la primera mitad, pero quizás jugando con las probabilidades, también pudo tener como vencedor al Tolima si Marangoni no es expulsado por el discutido árbitro bogotano Henry Varón.
Ahora sólo le queda al Deportes Tolima pensar en recuperar los puntos cedidos en casa el próximo miércoles cuando visite al Cúcuta Deportivo en el estadio Gral. Santander de la capital fronteriza.