POR: MARIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ (alhejo@periodistas.com)
Como se esperaba un segundo capítulo ha aparecido en el libreto de la nueva “novela” estrenada en el torneo Apertura 2009, que tiene desde hace una semana como protagonistas principales al delantero juvenil Cristian Mejía y al club Deportes Tolima. El jugador barranquillero se sostiene firmemente en su petición de renunciar al club, mientras que el club de Ibagué anuncia una defensa estelar del caso con cuatro abogados de prestigio nacional en este tipo de querellas. El caso está ahora en manos de los tribunales laborales.
El pasado jueves se conoció por la cadena radial RCN, en el programa deportivo “Los dueños del balón” de LA CARIÑOSA el contenido de la carta presentada por el atacante costeño el 5 de marzo de 2009 a las directivas de la institución, donde expone su inconformismo por el incumplimiento de algunas obligaciones del club para con el elemento. La razón principal de su decisión, como lo expone la misiva, es la invalidez del vínculo existente con el Tolima, basado en el argumento de haber contraído un contrato laboral como menor de edad sin el consentimiento de sus representantes legales, sus padres.
Mejía expone en la comunicación enviada al D.T. y con copia a la Agremiación de Futbolistas Agremiados (ASOCOLFUTPRO) que no se la han cumplido los requerimientos básicos para hacer valido ese contrato, como era los pedidos por el Ministerio De Protección Social en estos casos. Los parámetros van desde la visita al hogar del jugador, el pago de los estudios del joven y del régimen de salud al que tiene derecho para poder ejercer una profesión como menor. En ella, se expone la ilegalidad de la presunta firma de tres contratos de tres años cada uno, el mismo día en que realizó el primero; lo cual según Cristian va contra la normativa del empleador en Colombia. Según el profesional, el club lo indujo a firmar la parte contractual con el ánimo de retenerlo, e hicieron válidas estas vinculaciones con la firma de sus padres en el permiso.
El juvenil, que decidió no volver a hacer parte del club desde la semana anterior dice que sólo quiere hacer valer sus derechos y cumple órdenes de sus apoderados, entre ellos el abogado Javier Hernández, encargado de su defensa y Gustavo Quijano, representante de ASOCOLFUTPRO. Al respecto Hernández manifestó que el contrato suscrito por Mejía no tiene validez alguna, ya que el permiso de trabajo es diferente al contrato que el elemento firmó con el club, y éste (el permiso) no va acompañado del certificado de escolaridad, ni subsana si lo tuviere la condición de la vinculación de un menor de edad como profesional.
Entretanto, las directivas del club, en cabeza de su presidente, Gabriel Camargo no han presentado su voz oficial al respecto, pero extraoficialmente anuncian recurrir a todas las instancias legales para ejercer los derechos que reclaman sobre el jugador, y hacer cumplir la parte laboral que lo liga al equipo pijao, con el cual debutó en el futbol profesional el año anterior. A su disposición se encuentran ya cuatro abogados, especializados en afrontar este tipo de demandas de Empleador vs. Empleado.
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"LOS DUEÑOS DEL BALÓN"