Por: Mario Alejandro Rodríguez (alhejo@periodistas.com)
Se viene quizá el partido más importante del año 2009. El encuentro que decidirá la suerte del Deportes Tolima en sus aspiraciones de título, y por supuesto el anhelo de estar en la Copa Libertadores de 2010. El rival, nada menos que América de Cali, elenco que ya nada tiene que perder, que juega por el honor pero que puede ser un duro escollo del cuadro local si se lo propone.
Este sábado es el momento de saber realmente para qué está en este semestre el conjunto orientado por Hernán Torres Oliveros. El compromiso es inmenso; primero ante los hinchas fieles que nunca le han fallado al club, y segundo ante la dirigencia que espera salvar económicamente el año, luego del déficit que tiene actualmente la divisa tolimense por cerca de 1.500 millones de pesos.
En lo deportivo, el grupo de jugadores llega reconfortado, luego de superar en condición de visitante ante Equidad Seguros el pasado fin de semana, sumado al triunfo ante Medellín también por fuera de su predio. Sin embargo, el rendimiento del “vinotinto” como anfitrión no ha sido el mejor, comparado con el excelente juego del primer semestre, debido a que ha dejado escapar puntos vitales que le hubieran asegurado prematuramente un tiquete en la semifinal. De ahí la RESPONSABILIDAD de alzarse con la victoria y empezar a convencer a sus hinchas en casa.
Pero si hablamos de responsabilidades la de la hinchada debe ser la de asistir masivamente al choque entre “pijaos” y “escarlatas”. El promedio de espectadores en la temporada ha sido pésimo, poco acorde a una escuadra de primera categoría; que si bien ha tenido cotejos regulares en su predio merece por lo menos una cantidad superior a los 6 mil aficionados por juego.
Como mínimo se espera la presencia de unos 15 mil aficionados, sin importar que el partido tenga señal de televisión cerrada. Qué mejor plan para un amante del fútbol que ir en FAMILIA a ver a su equipo amado disputarse el “todo por el todo” ante un grande, que en decandencia, tiene que hacer respetar su buen nombre ante el país futbolero.
Por último, no sobra hacer un llamado a disfrutar de este encuentro sanamente, sin peleas dentro y fuera del Manuel Murillo Toro. Desde el año pasado, hay ciertos roces entre hinchas de Tolima y América, producto de la muerte de Jonathan, más conocido como “pocholo”, quien fue asesinado en Puerto Salgar en octubre de 2008; y del posterior robo de un sinnúmero de “trapos”.
Para los aficionados del D.T. la invitación es a la calma y a la prudencia, porque la venganza no es buena consejera para ningún aspecto de la vida y en este caso estaría en juego el prestigio de la ciudad y el equipo profesional.